Un descubrimiento. ¡Gracias Rosa-Ana!
Este restaurante está dentro del Mercado de Les Corts. Una de las paradas de pescado del mercado se ha adueñado de la esquinita y ha montado este restaurante en el que, por supuesto, la gracia es el pescado y, por supuesto también, está tan fresco que casi te lo traen con caña de pescar ; )
Se come de maravilla. Tienen la cocina delante así que vas viendo cómo lo preparan todo. El equipo es, además, encantador. El jefe un crack. La cocinera, una santa.
Como veréis en las fotos tomamos salmonetes (bue-ní-si-mos), calamares a la romana (la foto de Time Out es mejor que la nuestra... pero es que nosotros somos así de naturales) muy buenos también, almejas, pimientos del padrón, cigalas (aquí se nos fue la mano, hay dos raciones) y rovellons/níscalos. De postre tomamos helados y una tarta de manzana muy buena.
La cuenta la hicieron subir los níscalos y las cigalas. Nos costó 45€ por barba con vino. No está mal. A su favor tenemos que decir que nos pasamos pidiendo. Salimos de allí a punto de explotar, así que creemos que por unos 30€ se puede comer tranquilamente.
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